La aventura comienza a las 5:50 a.m. en el parque principal, donde abordaremos una vibrante chiva que nos llevará hacia el corazón de nuestra vereda cafetera. El aire fresco de la mañana y los sonidos de la naturaleza serán nuestros compañeros de viaje mientras ascendemos por las montañas, en busca de la esencia pura y auténtica del café 

 Compartir un desayuno campesino con una deliciosa arepa es un verdadero placer. La textura crujiente por fuera y suave por dentro de la arepa, acompañada de queso fresco y un café recién hecho, nos transporta a la autenticidad y sabor de la vida rural.  

 Nuestro recorrido de avistamiento de aves en la zona cafetera es un regalo para los amantes de la naturaleza. Rodeados de exuberante vegetación y el aroma a café en el aire, exploraremos el mundo alado que habita estos paisajes. Cada trino y aleteo nos revelará la riqueza de esta tierra.

 
Ser caficultor por un día es una experiencia que nutre el alma. Desde la siembra de un árbol de café, cuidadosamente plantado en la fértil tierra, hasta la cosecha de los mejores granos maduros, cada paso nos conecta con la esencia misma de la tradición cafetera. Sentir la tierra en las manos y el aroma fresco del café mientras trabajamos en el cultivo es un privilegio que nos permite comprender el arduo trabajo y la pasión que los caficultores dedican a esta bebida tan especial. 

 En medio de las montañas, rodeados de la fragancia de los cafetales, compartimos un almuerzo campesino hecho con amor por la misma familia que cultiva el café.   no solo probamos la deliciosa comida, sino también el profundo arraigo de la cultura cafetera.  

 En esta finca cafetera, no solo visitamos, ¡nos convertimos en parte de la magia! te conviertes en tostador, sosteniendo el grano dorado y transformándolo en el café perfecto, tostado con tus propias manos. El aroma que llena el aire es el fruto de su esfuerzo y pasión. Luego, probamos este café recién tostado, degustando la recompensa de nuestro trabajo y conectándonos de manera única con la esencia de la finca. Es una experiencia que trasciende los sentidos y nos lleva al corazón del café.